Estaban allí, en el vacío de la piedra, esos hombres, contemplando las figuras rojas salvajes, y la religión estaba allí con ellos. Eran los prisioneros platónicos invocando las sombras. ¿Magia o religión? Magia y religión. Aún la línea demarcatoria no surge.
La verdad se da en las paredes. Según Eliade, la vertical que traza el rayo deja su marca y carga a la horizontal profana con la revelación sagrada. La caverna es un juego en-demoniado. Pero no es un juego. Es un fuego.
El devenir de la llama nos expone al fluir del tiempo. El bisonte se nos va, y nuestro hambre herido nos conmina a tener que atraparlo. Lo encerramos allí, imagen eterna… ¿pasado remoto de la representación?
Bisonte fugaz. Te tengo en el entrecejo. El tercer ojo que conoce tu esencia te conjura. Mezcla de chamán y sabio, futuro filósofo.
El hombre comienza su despertar, se rasga el suelo mítico, se fisura la naturaleza.
El filósofo... su carácter, su vida, su ser
Un filósofo: es un hombre que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera, sueña cosas extraordinarias; alguien a quien sus propios pensamientos le golpean como desde fuera, como desde arriba y desde abajo, constituyendo su especie peculiar de acontecimientos y rayos; acaso él mismo sea una tormenta que camina grávida de nuevos rayos; un hombre fatal, rodeado siempre de truenos y gruñidos y aullidos y acontecimientos inquietantes.
F. Nietzsche
La escuela de Atenas, de Rafael
sábado, 25 de septiembre de 2010
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