Mil voces
No soy Yo el que dice algo. Sino que es algo que se dice en mí o a través mío.
Puedo reverberar. Ser eco. Resonar.
En tal sentido, mi tarea es intentar expresar y comunicar-me lo mejor posible ese cultivo que ocurre en mí de algún modo.
En este intento de comunicación, el lenguaje se desdobla y crea, se hunde hasta sus cimientos y se recoloniza.
Tampoco soy yo el que crea. Se crea. Hay creación.
Pongo atención para que esto ocurra. Algo ocurre.
Pongo también desatención.
Me dejo estar y estoy. Desasimiento.
No por esto hay un adentro y un afuera. Ni una profundidad y una superficie. Ni un insconsciente y un consciente.
No lo hay en tanto dualismos ontológicos.
Es en todo caso una descripción fenomenológica.
Son herramientas para pensar lo que acontece y el acontecer.
¿Qué libera?
Las mil voces en mí.
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